Por eso cuando fui a mear no os podéis imaginar que dolor dentro de cartera.
Cuando llego un municipal diciéndome:"pero chaval, qué haces meándote en la acera".Ella tardo 5 segundos en decirle al policía:"nisiquiera lo conozco",
exactamente lo mismo que tarde yo en guardar mi china disimulando en su bolso.
Mi primer beso fue...algo contradictorio, es verdad, hubo placer...y un dolor de mil demonios.
Pues yo jamás pensé que dolería tanto la primer vez, que quedas más caliente que el tipo del tridente.
Y por fin llego el duro momento de la triste despedida...